
Ana María de los Santos
Ana María de los Santos Gómez, nació en Santo Domingo un 22 de septiembre de 1968. Fue la mayor de sus hermanos Richard y Juan de los Santos. Tuvo dos hijos; Bryan Rojas de los Santos y Karla Marie Domínguez de los Santos.
Desde pequeña desarrolló una gran habilidad el manejo del efectivo, siendo su primer empleo el de servicio al cliente en una de las bancas de su tío Rafael Diaz, pasando luego a desempeñarse como cajera en la financiera Consorcio Oriental donde se destacó por ser una de las mejores en su área.
En el momento en que su hermano Juan de los Santos abre las primeras sucursales de Juancito Sport en 1990 se encontraba cursando la carrera de Administración Turística y Hotelera en la Universidad Apec, tarea que combinaba con la gerencia de operaciones del consorcio, permitiendo así que sus hermanos se concentran en la expansión del negocio. Para 1994 ya había completado su licenciatura.
Su amplia experiencia en temas operativos y financieros en el sector de apuestas le valieron méritos para presidir y dirigir la franquicia Merengue Sport desde su adquisición por parte del consorcio Juancito Sport en el 2009 hasta el momento de su funcionamiento con la empresa en el año 2011 donde pasa a ocupar el cargo de vicepresidente, de manera independiente incursionó en los bienes raíces.
Desde niña fue motivada por sus padres en ayudar a las personas a su alrededor, por lo que junto a sus hermanos en el 2000 crea la Fundación Juancito Sport, a través de la cual cada año repartían cientos de raciones alimenticias en épocas de navidad para más de 300 familias de Sajoma, lugar natal de sus padres Concepción de los Santos y Ana Consuelo Gómez Checho, además de otras acciones.
Su filantropía iba más allá de donar utilería escolar o juguetes también hacía uso de sus recursos para becar a niños y jóvenes que deseaban estudiar, que necesitaran de una operación, así como también aportes para hospitales como el Robert Read Cabral. Dentro de sus sueños estaba el crear una fundación para ayudar a personas que necesiten rehabilitación física y que no cuenten con recursos para trasladarse a recibir terapias o cubrir el costo de sus medicamentos. Ana consideraba a sus colaboradores como familia, al momento de su fallecimiento se desempeñaba como Presidente del Consorcio Juancito Sport.